*2021 Feb.Vuelta a Túnez

2021-02-21

El 13 de febrero y como estaba previsto inicialmente, salimos de Francia en dirección a Túnez para reunirnos con MR BEELZEBUTH. Las medidas sanitarias complican seriamente nuestra tarea. Al principio mostramos un certificado de trabajo y el PCR, de lo contrario no hubiésemos ni siquiera podido salir de Francia. Todo está bien y pasamos a la sala de embarque..

Solo somos siete pasajeros para abordar el vuelo TU283 de Tunisair. El A320 está vacío, hay más tripulantes de cabina que clientes. Al llegar, recogeremos nuestro equipaje y estaríamos listos para salir de la terminal, pero eso fue sin contar con la eficiencia de la aduana local.
Se nos pide que abramos un bolso que contiene el nuevo dron que la familia le regalo a Richard. Este juguete fue confiscado de inmediato por considerarse una herramienta de espionaje. Luego los aduaneros, al no tener a nadie más a quien controlar, nos hacen abrir todo el resto del equipaje y tenemos que justificarnos de todo el “pequeño” equipo que llevamos para preparar y reparar MR. Solo quedó cerrado el último paquete, es el que contiene la pasarela repintada por AGL, el rollo de tela para hacer fundas y bolsas adicionales, así como dos LED de los seis, para sustituir las luces de las crucetas que se encuentran fuera de servicio. Pero este paquete y todavía no sabemos por qué, los aduaneros se lo quedan hasta que volvamos a buscarlo ??????

Aeropuerto de Tunez…..Es verdad teniamos «solo»un poco de equipage.

En este momento, el personal del Ministerio de Salud se acerca y nos pide que entreguemos los papeles para evitar el confinamiento obligatorio, les damos los mismos papeles que fueron suficientes para embarcar, pero aquí no va y a pesar de la palabrería, se mantienen inflexibles y nos obligan a ir a un hotel (de la lista definida por el Ministerio de Salud) para realizar el confinamiento obligatorio de 7 días (no es posible hacer el confinamiento a bordo del barco, esto ya no está autorizado). Nos llevan a las 4 AM a un autobús, que se dirige a Hammamet escoltados por un coche de policía. Tenemos la impresión de que estamos en un convoy de prisión.
Finalmente llegamos a un antiguo centro de vacaciones y nos llevan a nuestra habitación para pasar el final de la noche.
Pasaremos seis días y seis noches en nuestra habitación sin tener la tarjeta magnética para entrar y por lo tanto tampoco salir. El tiempo será puntuado por el personal que llama a la puerta 3 veces al día para depositar bandejas de comida de plástico con cubiertos de plástico, cuyo contenido es apenas digno de un aprendiz de cocinero (7:45 AM desayuno, 12 AM almuerzo, 8 PM cena). Y así se suceden los días….

El centro está equipado con wifi, pero solo funciona en los pasillos. Las habitaciones tienen TV con algunos canales franceses, pero nuevamente funciona al azar durante unos minutos al día o no funciona en absoluto. Hacemos numerosas quejas que se tratan de forma inmediata, pero no de forma sostenible.

Por lo tanto, nos estamos armando de MUCHA paciencia para vivir en este entorno que nos recuerda el encarcelamiento, pero todo el mundo lo atraviesa.
El viernes por la mañana nos invitan a hacer la prueba de PCR para salir, el director del centro asegura que el nuestro será tratado con prioridad para poder salir el mismo día para llegar a Bizerte, antes del toque de queda a las 20hs.
Esta prueba, es siempre desagradable, ya sea en Burdeos, Bizerte o Hammamet.
Después del almuerzo hacemos nuestras valijas, esperando tener nuestros resultados temprano por la tarde. Son las 4 PM cuando el director del centro nos dice que hay un problema técnico y que el laboratorio, no nos dará los resultados hasta las 6 PM. Finalmente, son las 18.15 horas, ambos somos negativos (fantástico, no nos contagiamos entre nosotros esta semana), por lo que podemos ser liberados inmediatamente, pero ya es demasiado tarde para irnos a MR. Por ello decidimos pasar una noche más en nuestro hotel de lujo y disfrutar de la última cena de 3 estrellas Michelin con room service y el sábado por la mañana saldremos hacia el aeropuerto para recoger nuestras pertenencias y finalmente ir a Marina Bizerte … MR se está haciendo desear….
El sábado a las 9 am llega el taxi y salimos hacia el aeropuerto para recoger nuestra pasarela «nueva» pintada por el equipo de AGL y el resto de cosas que nos confiscaron sin mucha explicación (o ninguna).
Al llegar a la aduana comenzamos a hablar con los funcionarios y después de media hora, de varias idas y vueltas, sello va, sello viene y varios autógrafos de los 6 o 7 funcionarios, que fumaban, charlaban y tomaban café en la oficina del supervisor y con el pago del impuesto de 10 dinares (3 €) salimos contentos con nuestro paquete. A las 11:30 am finalmente llegamos al puerto, hace buen tiempo, nuestro MR Beelzebuth está allí esperándonos para finalmente poder pensar en nuestras próximas escalas.

Para no perder nuestras buenas costumbres adquiridas, nos vamos al mercado y almorzamos al sol un rico pescado cocinado a la parrilla en nuestro restaurant amigo Eddrina.

Seguiremos la proxima semana …